La idea global de todas las actuación del área consiste en la creación de una masa verde que se expande por toda la ciudad. El parque Zelaieta es el epicentro verde desde el que la naturaleza invade la ciudad y se expande por las calles peatonalizadas. Esto contribuye a la creación de espacios urbanos amables, donde se prioriza la escala humana y la naturaleza.
En el centro del parque se crea un amplio vacío, un claro en el bosque que sirve de lugar de estancia dentro del parque y está protegido de los elementos climáticos mediante una marquesina ligera. Este espacio vacío estará lleno de contenido y será el principal lugar de encuentro, accesible desde todo su perímetro y rodeado de vegetación.
Otros vacíos de menor tamaño servirán para emplazar los juegos infantiles, una pequeña zona de estancia en un cruce de caminos y para enmarcar el antiguo quiosco que quedará así puesto en valor. Con todo ello se conseguirá una gran riqueza espacial y de posibilidades de uso dentro de un ámbito continuo.
Se rediseñarán también los contornos con las calles adyacentes, reordenando los accesos a aparcamientos y favoreciendo la integración de la plaza con el resto del trazado urbano.