El proyecto desarrolla la edificabilidad en un volumen que alberga el uso industrial acorde al programa de necesidades, adecuándose a las alineaciones impuestas desde el planeamiento urbano. El volumen ocupa una superficie de forma rectangular de dimensiones 30 por 50 metros, y cuenta con dos accesos diferenciados hacia la zona de oficinas y hacia el pabellón de almacenamiento respectivamente.
El módulo de oficinas se ubica en el extremo sudoeste del pabellón, desvinculando el tráfico peatonal hacia las oficinas del rodado de carga y descarga propio de la actividad industrial. En fachada, la parte de oficinas gana representación hacia el exterior mediante un volumen de diferente material y color que vuela un metro sobre la alineación general de fachada. Bajo este volumen se produce, en planta baja, un retranqueo en la que se encuentra la entrada peatonal, independiente de la entrada de camiones a la nave. Unas notas de color enfatizan la importancia de esta zona respecto al resto del edificio.
El resultado general se compone de un pabellón para el desarrollo de la actividad principal del cliente de una superficie de 1.359,93 m2, y de un núcleo de oficinas dispuesto en tres plantas de 100 metros cuadrados aproximados por planta.